Primera parada de la segunda fase: Tailandia
Preparados para empezar la segunda parte del viajesito, fuimos a Carlos de Gaulle para tomar el avión Paris-Kuwait-Bangkok con algunos kilitos de más cual oso preparado para hivernar.
El vuelo fue un poco pesadito, y la parada en Kuwait menos interesante de lo esperado (el aeropuerto es bastante pequeño y con poquitas cosas que hacer a parte de observar a la fauna local bastante especial). Pero llegamos a Bangkok bien puntuales. Cambiamos plata y un taxi nos llevó a nuestro primer alojamiento de lujo, casa de Etienne y Caroline, unos amigos que viven en Bangkok y que nos abrieron las puertas de su morada con gran amabilidad (al día de hoy es la casa de Etienne, pero en breve Caro se mudará así que casi podemos hablar que es "su" casa y espero que nos permitan esta licencia ;-)). Por cierto, al llegar a su casa pudimos comprobar el grado de calor+humedad que hay en Bangkok! Asfixiante!
Fue un gran comienzo. Nos quedamos en Bangkok 3 días visitando todo lo que pudimos: el mercado-bazar de noche, el parque Lumpini con los jugadores de foot-voley, Silom Road con sus putillas y laidyboys a puntapala con menús fotográficos para poder elegir correctamente el especimen a probar, el Wat Po con el buda acostado más grande del mundo (bien impresionante el tipo! Doradito, doradito y bien grande...) y el Palacio Real con sus miles de esculturas.
Tenemos que disculparnos por no poder poner fotos, pero tuvimos un problemilla con la tarjeta de memoria de la cámara y perdimos todas las fotos de la primera semana. La Olympus nos vuelve a fallar... La primera vez porque le entró agua estando todo bien cerrado (es una cámara "waterproof" que puede ir hasta 10m de profundida y la compramos para ello!) y esta vez porqué se jodió la tarjeta. Enfin, tendremos que regresar a Bangkok! Así tenemos excusa... ;-)
Al 4º día, nos fuimos a descubrir el oeste Thai dirección Kanchanaburi. El pueblo está a dos horitas y media en bus de la capital y es conocido, entre otras cosas, porque es donde se encuentra el famoso Puente sobre el Río Kwai. Sí el de las pelis, el del trilo traliroliroooooo, trilo tralirolirooooo, etc... (todo esto silbando, claro). Encontramos alojamiento barato y decidimos alquilar una moto para visitar los alrededores de Kanchanaburi. Los alquileres de motos son increiblemente baratos. Conseguimos una scooter por 180 bats al día, unos 4€! Brutal... Motorizados, nos fuimos hasta el parque natural de Erawan para disfrutar de las pequeñas cascadas de agua. Los paisajes eran maravillosos y los charcos que iban creando las diferentes cascadas ofrecían la posibilidad de refrescarte con un bañito bien rico. A la vuelta, pasamos a rendir homenaje a los prisioneros de guerra que murieron construyendo el puentecito del río Kwai y visitamos las cuevas de pelegrinaje budista donde durante la guerra los japoneses aprovecharon para esconder armamento. No eran tontos, no, los japoneses, porque estas cuevas están bien escondidas y llenas de murciélagos. Buagh! Dan un poquito de asquito, pero se soporta...
La peaso de moto de 900cc preparada para todo y con una hell's angel subida a ella.
El Puente sobre el Río Kwai. Mítico entre los míticos... (tal vez no se parezca mucho al de la peli, pero os aseguro que este es el que vale)
Una muestra de las cascadas y los saltos de agua de Erawan
Las cuevas o grutas troglodíticas con las imagenes de buddha (buddha es el de la izquierda)
Después de Kanchanaburi, nos dirigimos hacia Sangkhalaburi, un pueblo que se encuentra al lado de la frontera con Birmania y donde hay poblados de refugiados birmanos, principalmente de la etnia mon y karen. Los paisajes de Sangkhalaburi son realmente espectaculares y destaca sobre todos ellos, el puente de madera que une el pueblo con el campo de refugiados birmanos y que es el puente más largo construido solamente con madera y las manos del hombre (400m de longitud, toda una serpiente de madera).
Unos paisajes de belleza increible. Las casas sobre el río, el puente al fondo, todo rodeado de montañas... paz...
La serpiente de madera que une los dos pueblos
Nos despedimos de Sangkhalaburi con ganas de quedarnos un poquito más y regresamos a Bangkok para pasar un par de días antes de irnos hacia el sur, a Narathiwat, donde pasaríamos a Malasia. Por cierto, visitamos el mercado de Chatuchak que, como dicen y hemos podido comprobar, es la madre de todos los mercadillos. Increible!!!!
Retour au bercail
Après quelques longues heures d'avion et d'attente à l'aéroport de Bogota, nous avons attéri à BCN - Barcelona pour les non initiés ;-). La Pages Family était là pour venir nous récupérer et direction Roses, capitale du monde, comme tout le monde le sait (ça c'est pour faire plaisir à Oriol!), histoire de reprendre contact avec la cuisine espagnole (et de prendre 3 kilos au passage) et les fameuses tapas du Bar Antonio (si un jour vous venez en visite en Catalogne Nord, nous ne manquerons pas de vous y emmener...).
Nous avons passé quelques jours à nous faire chouchouter avant de prendre la direction du Sud de la France pour aller au mariage de copains de prépa, Heloïse et Bertrand, très beau mariage dans le luberon et le moment de retrouver pas mal de vieux copains! Vive les mariés!!!
Après quelques jours dans les familles respectives, nous sommes partis pour un voyage découverte (dans mon cas) de l'Andalousie, pour rendre visite à Juan, le frère d'Oriol qui vit à Cadiz. Cela a été le moment de découvrir le Sud, sa belle architecture d'inspiration mauresque, ses tapas, son rebujito (de la Manzanilla, vin fino de Sanlucar de Barrameda, avec du 7up), ses fritures de poisson... mais également de retrouver de vieux copains de Panama (Maria, Esperanza et Gustavo) et de Paris pour Oriol (Miguel, Juan et Ciro).
Pour finir en beauté, nous avons eu la chance de recevoir 2 super-stars argentines, à savoir Nacho et Rrrruben, qui sont venus passer le week end à Barcelone (depuis Madrid). Plage avec massage inclu et du tourisme dans la capitale catalane.
Fin d'un cycle!
Histoire de boucler notre première étape de voyage mais également notre cycle de vie "latin", nous avons décidé de faire un passage par Panama -peut être pas le dernier, qui sait... comme disent les panaméens, une fois qu'on a gouté à l'eau du Rio Chagres (ndl: rivière panaméenne qui se jette dans le fameux canal), on revient à Panama, combien de fois? l´histoire ne le dit pas....-. Nous avons donc passé deux superbes semaines à Panama, entre retrouvailles de "vieux" potes, toujours fidèles au pays, et rencontre de la nouvelle génération", très sympa et motivée comme nous avons pu le constater avec les 3 week end passés dans l'isthme.
Nous avons commencer sur les chapeaux de roue avec un week end à "Playa Teta", adresse mytique de Panama, avec la location d'une superbe maison qui donne directement sur la plage qui est également un bon spot de surf. Merci Katty, Carles et Mat pour l'organisation et l'hebergement!!! ;-)
Ensuite direction Isla Gobernadora, dans le lodge de copains français, Valérie et Yves, installés à Panama depuis quelques années - art lodge (www.artlodgepanama.com). Le lodge est un endroit magique, en pleine harmonie avec la nature... Le pied! C'est un endroit où on resterait quelques semaines avec grand plaisir. Comme à son habitude, Oriol nous a cuisiné une superbe paella au feu de bois, avis aux amateurs...
Nous avons ensuite enchainé avec un week end sur les îles San Blas, un grand classique de Panama comme vous devez le savoir, mais on ne se lasse jamais d'y retourner. Cette fois ci, accompagnés de la familia Zerbinati presqu'au complet avec Luís Carlos (venu de Republique Dominicaine) et Lola (venue du Costa Rica), nous avons même eu la chance de découvrir les îles des Kunas en voilier, tout simplement royal - merci Josep Maria. Au programme du week end, hamac, repos, fête sur la plage, balade en voilier, snorkelling...
Après cette première semaine plutôt active, nous avons profité de Panama City, de Magali (mon ancienne coloc qui nous a gentiment hebergés quelques jours, c'était comme être de retour à la maison :-) ), d'aller à doite à gauche, de visiter les nouveaux locaux de la BNP, de fêter la victoire du Barça à la Ligue des Champions avec les nombreux catalans de Panama!!! La glandouille quoi...
Et voila, 2 semaines passées... trop vite... mais on en a bien profité, contents également de rentrer pour quelques semaines en Europe et de retrouver famille et amis après ce cycle de vie en Amérique Latine.
La Ciudad Blanca, El Cañón, sandboard y Lima
Pasamos todo el día entre los muros Incas de la ciudad sagrada y por la tarde tomamos el tren de vuelta a Cuzco, donde llegaba el último de la troupe y que solamente se quedaría con nosotros un día y medio, Fernando, amigo chileno amante de todo lo francófono (sobretodo de los karaokés de chanson française). Volvimos a disfrutar de Cuzco un poco mas antes de dejar a Fernando para irnos a Arequipa, la ciudad blanca.
Fernando, Lucie y Carles pelándose de frío en las calles de Cuzco antes de dejar la antigua capital Inca
Arequipa fue una gran sorpresa en nuestro viaje. Una ciudad rodeada de volcanes con un centro colonial donde la mayoría de construcciones están hechas de sillar, piedra blanca volcánica (y de ahí lo de Arequipa "la ciudad blanca"). Preciosa. Visitamos el convento de Santa Catalina, el mas importante monumento religioso de Perú y muy interesante a la vez que bonito. Y es el mejor sitio para degustar el Cuy, plato regional, que asadito entra la mar de bien.
Uno de los muchos rincones que ofrece el Convento de Santa Catalina
Carles nos abandonó en Arequipa y los demás nos fuimos a visitar el cañón del Colca, el segundo cañón más profundo del mundo con 3600m de profundidad (solo superado por el de Cotahuasi, que está al ladito y el doble de profundo que el famoso que se encuentra en Colorado). El cañón se encuentra en la zona del Valle del Colca donde pasamos por unos pueblos pequeños pero con un encanto andino especial. Tomamos un taxi en Chivay que nos llevó hasta la cruz del Cóndor, donde por la mañana temprano puedes ver los cóndores sobrevolando el cañón. Nosotros fuimos por la tarde, como unos campeones, y solo vimos... el cañón. Allí dejamos a Anselme y a Antoine que regresaron a Francia, y continuamos a pie hasta Cabanaconde, un pueblecito desde donde hay un sendero que te permite bajar hasta el fondo del cañón. Bajamos temprano por la mañana los 1100m de desnivel en 2h hasta el Oasis, unas cabañas que se encuentran al lado del río y donde te puedes echar un baño para aliviar las piernas porque la bajada es mortal. Y si la bajada es mortal, la subida es... bueno, parte de mis piernas se quedaron allí. 2h45m para subir los 1100m de desnivel otra vez, como si fuéramos tontos, para poder salir del cañón.
Muestra de la belleza de los pueblos del Valle del Colca
Bajamos hasta el fondo. Y subir de nuevo!! Mis piernas aún se acuerdan...
Del oasis del Colca, al oasis de Huacachina, esta vez sí, un verdadero Oasis!!! Ubicado al lado de Ica, de camino hacia Lima, Huacachina es una laguna en medio de una inmensidad de dunas. Ahora sí que dejamos el frío de una vez. En Huacachina pudimos disfrutar del agua de la piscinita del hostel y de prepararnos para una sesión de sand-board! Así que por la tarde, vinieron a buscarnos con unos buggies y nos fuimos en medio del desierto para surfear las dunas!
Un verdadero Oasis. Belleza verde en medio de un mar de dunas.
Que se prepare la peña del Dakar el año que viene que ahí vengo yo!
La inmensidad de arena. Tranquilos, después de la foto la recogimos de vuelta con el buggy.
El tiempo en Perú se nos acababa y teníamos que llegar a Lima, así que el día siguiente nos fuimos a la capital peruana. Tenemos unos amigos que viven allí, Valerie y Guillaume, pero la mala suerte hizo que en ese momento no se encontraran en Perú. Sin embargo, fueron capaces de organizarnos nuestra estadía en Lima a la perfección con la ayuda de Amélie, una amiga suya, que nos alojó en su casa, nos informó un poco de como iba la movida e incluso nos paseó un poco por la noche de Lima. No pudimos quedarnos mucho tiempo pero por lo menos paseamos por el centro y los alrededores de la plaza de Armas y descubrimos los barrios de Miraflores y Barranco, con sus bares y cafés que dan al mar y la bella zona del puente de los enamorados.
Vimos una pequeña parte de Perú pero nos bastó para descubrir que el oro del Perú no se encuentra en las minas, sino en sus calles, en sus gentes y en su historia.
Una cancioncita triste en el puente de los enamorados para despedir Perú...
Apu Salkantay y el Macchu Picchu
Desde Cuzco empieza uno de los treks más famosos del mundo, el Camino del Inca. Son tres días de caminata para llegar al Macchu Picchu. El problema del Camino del Inca es que está controlado por el gobierno y limitado a 500 personas al día, con lo cual, se debe reservar con antelación (aproximadamente con un mínimo de 3 meses de antelación) y las agencias de turismo abusan imponiendo precios desorbitados. Durante los últimos años han aparecido alternativas al Camino del Inca que ofrecen caminatas de varios días por trayectos distintos que culminan en el Macchu Picchu. De entre estas alternativas, la más interesante es la que transcurre por la ladera del nevado Salkantay. El Salkantay, o Apu Salkantay, es uno de los picos más altos de la región con 6271m de altitud y nieves perpetuas, de ahí el sobrenombre de "el nevado". El interés de esta alternativa es que a pesar de no pasar por sitios arqueológicos, reservados al Camino del Inca oficial, ofrece una variedad de paisajes y de vistas increíbles. El trek del Salkantay dura usualmente 5 días, pero por problemas de timming, decidimos hacerlo en 4 días (haríamos una parte del recorrido en fragoneta-tren para ahorrarnos un día de marcha).
El drink team al completo con Carles a la cabeza, seguido del tándem Anselme-Antoine y los líderes indiscutibles de la expedición y expertos montañistas, Lucie y Oriol (hasta aquí, todo el mundo se lo cree no?), empezamos a caminar desde el pueblo de Mollepata, a 2800m junto con un grupo de compañeros de primera! Tuvimos mucha suerte con el grupo de gente con la que nos tocó compartir estos días de caminata. Un grupo majete de gente animada.
Como comentado, empezamos en Mollepata a 2800m de altura y subimos hasta el llano de Soraypampa donde había el campamento para pasar la noche. Vaya noche!!! En plena montaña, a unos 3500m de altitud, hacía un frío que cortaba el cutis y pelaba los huevecillos! Pero como unos campeones, sobrevivimos jugando a las cartas, bebiendo té calentito, alguna que otra birrilla congelada y contando historias a la luz del fueg... no, perdón, de las linternas. Igual, si duermes vestido y con un par de calcetines en cada pie se puede estar calentito.
Empezando a andar... Parte del drink team con Ariel, compañero australiano de la expedición. Notar que al fondo aparece el Salkantay, que es tan blanco que consigue quemar la foto.
Primer campamento a unos 3500m de altitud aprox. Los miembros de la expedición contraídos por el frío (todos!)
Nos levantamos temprano, aún bajo cero, y mientras intentábamos entrar en calor, los sherpas made in Perú, los porteadores, con sus chancletas y sin calcetines (chále huevos!) iban desmontando el campamento. Nos esperaba la parte mas dura de la caminata, la subida al paso del Salkantay a 4600m. Conseguimos subir a diferentes ritmos y en el paso nos esperaba la visión más brutal de la excursión, el Salkantay justo al ladito, con sus 6271m y sus nieves perpetuas. El espectáculo es majestuoso! Después de las fotos de rigor, emprendimos el descenso hacia una geografía que se tornaba cada vez más selvática. Increíbles los cambios de paisajes! Dormimos en la zona tropical de Colpbamba, húmeda y con algunos mosquitos. Por la mañana, seguimos andando hasta La Playa, a 2350m, donde nos separamos del resto del grupo para ir a tomar el tren que nos llevaría a Aguas Calientes, un pueblo turístico construido alrededor de la vía del tren por y para subir al Macchu Picchu. Los restaurantes de Aguas Calientes ofrecen al viajero multitud de terrazas con vistas a la magnífica y genuina vía del tren. Grande...
Llegamos todos a la cima! Ahí va la foto de grupo delante de la ofrenda a la Pachamama que nos ayudó a subir sin oxígeno... Grande...
Con el nevado Salkantay de fondo
Carles oficializando la cota de subida para el National Geographic.
Increíbles los cambios de paisajes. Nadine posando para el Sun!
Dormimos para prepararnos a la perla de la excursión, el Macchu Picchu. Subimos a pie, a las 4 de la mañana, montando los 1400 escalones de la escalera del Inca. El premio del sacrificio era grande: poder ser los primeros en llegar al Macchu Picchu y descubrir las ruinas en medio de una neblina que hacía que todo fuera entre mágico y fantasmal. INCREÍBLE! El Macchu Picchu es realmente impresionante, difícilmente se puede describir en palabras o imágenes. Para empezar a hacerse una idea:
Entrando los primeros, con la niebla cubriendo gran parte de la ciudad y con el sol aún sin salir...
Vista de la ciudad desde el Wayna Picchu
Misión conseguida! El Macchu Picchu en todo su esplendor!
Los recolonizadores de la cultura Inca al completo y bien satisfechos. El sacrificio (y los sacrificios) han valido la pena.
El Oro del Perú
Perú prometía e íbamos bien motivados para sumergirnos de lleno en la cultura Inca e intentar encontrar el preciado oro del Perú.
Desde Bolivia, entramos a Perú por Puno y nos quedamos a esperar a Anselme y Antoine, compañeros de fatigas en Panamá y los dos primeros integrantes de la tropa que nos acompañaría durante parte de nuestro viaje por Perú. Llegaban desde Francia previo paso por Lima donde pudieron empezar a acostumbrarse al terreno.
En Puno visitamos las Islas Uros. Éstas son islas artificiales creadas por el hombre en medio del Lago Titikaka y hechas con un material especial, la totora. La totora es como una especie de mimbre y los Uros la utilizan para crear una especie de balsas-plataformas que sirven de base para luego construir las casas, otra vez con totora. Las barcas también son de totora, las sillas, las mesas, los sanitarios, las televisiones, el microondas y hasta la playstations están hechas de totora.
Nos habían comentado que la visita podía resultar demasiado turística, pero aún siéndolo, la disfrutamos y la recomendamos. Los Uros siguen viviendo allí y merece la pena ver como es su día a día. Allí, el que escribe se acordó del gran español Kitín Muñoz (de profesión "aventurero"... qué grande...) que intentó demostrar que la Isla de Pascua fue en realidad poblada por Incas que llegaron con barcas de totora. Vi las barcas y se necesitan un par de huebs para llegar con la barquita de totora hasta la Isla de Pascua, pero bueno... ahí está la teoría.
Ocasión! Lancha de totora de la vigilancia costera. 2 motores intraborda de 250 caballos cada uno. Camarote con cocina, dos baños y dormitorio doble. GPS, wi-fi y equipo de sonido. 7,5m de eslora. En buen estado. Ideal para la pesca del pez espada y para transportar fardos. Contactar Uro's Yatch Club para consultas precio.
Después de Puno nos esperaba el gran desafío de la expedición, Cuzco y el trek hacia el Macchu Picchu.
Llegamos tarde a Cuzco y nos instalamos en el primer hostel que encontramos y que dejamos el día siguiente por la mañana debido a las escasas comodidades (y un poco guarrillas) que ofrecía. Nos ubicamos justo al ladito, en un hotelito la mar de agradable y esperamos al siguiente componente del "drink team", Carles, un amigo de Girona que trabaja en Santiago de Chile y que venía preparado para todo! Cuzco debe ser una de las ciudades más bonitas de suramérica. Por toda la ciudad encuentras monumentos, iglesias, plazas, calles que combinan arte Inca y colonial. La plaza de Armas, con la catedral y el Convento de Santo Domingo construido sobre el templo del Sol inca, son impresionantes. En dos días visitamos casi todos los rincones de la city.Vimos el mejor Madrid-Barça de la historia (vaya peaso de partido! Y que me perdonen los del Madrid... ;-)). Me encontré con un amigo de toda la vida de Roses en medio de la plaza de Armas, aprovechamos para hincharnos a pisco-sours y aún encontramos tiempo para la difícil tarea de negociar los precios para el trek del Macchu Picchu y prepararnos mental, física y analmente para ello. Al 3er día, tempranito, a eso de las 4 de la mañana empezábamos en Salkantay trek. Destino: Macchu Picchu.
Panorámica de Cuzco con la plaza de armas en el centro y el "Viva el Perú" tatuado sobre la montaña
Aquí tenemos los profesionales de la aventura... (de izquierda a derecha, Antoine "el escalador", Carles "el negro", Lucie "Nadine de Rostchild" y Anselme "el gringo". Oriol "el colombiano" se encargaba del reportaje fotográfico)
Las Capitales y el Titikaka
En primer lugar, perdón por el parón. Intentaremos que no se vuelva a repetir.
Al salir de Potosí dudamos un poco la dirección que teníamos que tomar. Estábamos entre ir directamente a La Paz o hacer una paradita en Sucre. Nos decidimos por lo segundo y la clavamos!!
La capital política de Bolivia es una ciudad con un centro colonial de color blanco preciosa. A nosotros nos encantó enseguida sobretodo porque rápidamente compruebas que está fuera de los circuitos típicos turistas y puedes pasearte tranquilamente por las centricas calles de Sucre participando de lo cuotidiano de sus habitantes. Paseamos por el centro, por el mercado y nos subimos a La Recoleta, una colina donde hay una iglesia y un mirador sobre toda la ciudad y donde encontramos un barecillo brutal justo debajo del mirador. Juguito de frutas y emparedado de competición con una vista pa caerse de culo.
De la capital política, a la capital económica, La Paz. Tomamos el mejor bus que se podía encontrar en el país (lo cual tampoco implica caviar y champán, claro está...) para recorrer las 12 horas que separan las dos ciudades. La llegada a La Paz es increible! La ciudad está metida dentro de un valle gigante y se ha ido extendiendo por todos lados creando una masa enoooorme de ladrillo, que es el material que se usa para construir las casas, chozas, barracas o como se quieran llamar, y que quedan todas (pero toas, toas) a medio construir. Nos instalamos en el hostel de turno mas guarrillo que pudimos encontrar en el centro de la city. El centro es de los menos centros de te puedas encontrar. Son cuatro calles que salen de la avenida principal donde se encuentra la catedral y que suben inclinadísimas hasta un mercado donde se pueden comprar desde tuercas hasta telas de todos los colores pasando por corderitos disecados, pieles de serpiente y todas las pócimas que puedas imaginarte para cualquier cosa (para enamorar, para quitar una berruga, para convertirte en cabra, etc.)
Hay bastantes actividades que realizar en La Paz, o cerca de ella. Tienes excursiones que van a la selva, puedes subir montañas, puedes bajar en bici por la carretera más peligrosa del mundo que va de 4500m de altitud hasta 1500m, rutas en 4x4, etc. Nosotros, nos inclinamos por algo más... como decirlo, más tradicional y típico de un domingo boliviano: un espectáculo de lucha libre!! Síiiiii...
Pero que puede haber en un espectáculo de catch que hiciera que no nos perdiéramos el evento? Un combate de cholitas! Qué es esto? Aquí viene un video:
Satisfechos por lo visto en el combate y no demasiado impresionados por La Paz, tomamos rumbo al erróneamente llamado el lago más alto del mundo (ni siquiera es el segundo, ni el tercero...), pero correctamente descrito como un mar en medio de los andes (el horizonte se pierde ante tus ojos), el Lago Titikaka. Llegamos a Copacabana, un poco desilusionados por no encontrar caipirinhas ni chicas en bikinins minúsculos (bueno, eso solo el que escribe), pero se ve que nos confundimos con el de Brasil. No pasó nada, porque este Copacabana también es bien molón. El pueblo está situado a la orilla del Lago Titikaka y ofrece una de las puestas de sol más increibles que puedes ver en el mundo.
Además, es un lugar de congregación de peña "guay" con lo que está petao de sitios cool para ir a comer o tomar unos tragos. Tomamos una habitación con vistas a la puesta de sol y disfrutamos de unos de los mejores tacos que se pueden comer.
Al día siguiente nos preparamos para hacer el trek de 4 horitas que nos llevaría hasta la Isla del Sol, en medio del Lago Titikaka. Bajo un sol abrasador, conseguimos llegar sin demasiados problemas al embarcadero donde podríamos pagar a un barquero para que nos llevara remando con su bote hasta la isla. Un paseito la mar de agradable para nosotros `pero no tanto para el barquero que las pasó un poco canutas con tanto remar... Pero con una propinita se regresó más contento que unas pascuas.
La Isla del Sol se llama de esta forma porque según la religión Inca, es donde nace el Sol. Está delante de la Isla de la Luna, más pequeña pero igual de enigmática. La Isla del Sol era parte importante de la civilización Inca, y se puede comprobar con las ruinas de templos, embarcaderos y otras que aun se encuentran por toda la isla. Andamos de lo lindo recorriendo los senderos y alucinamos al comprobar que la geografía y la vegetación de la Isla del Sol es clavadita a la de la Costa Brava mediterránea!!! En un lago a 3500m de altitud en medio del altiplano Boliviano!!! Increible...
También pudimos degustar la trucha tititikana (denominación que me acabo de inventar pero que me mola mazo) en una terracita con una vista que realmente quitaba el aliento. Bien, bien fresquito por la noche y después, por la mañana, de retorno a Copacabana (sí, aún sin caipirinhas) para pasar la noche y prepararnos para el siguiente gran desafío del viaje que se encontraba a escasos km en el otro lado del lago: Perú.