Llegamos tarde desde Uyuni porque los mineros estaban en huelga y decidieron cortar la carretera. Lo gracioso fue que el chofer del bus, al parar nos dijo: "trasbordo"!! Teníamos que ir al otro lado de la carretera cortada para abordar, nada. Ahí no había ningún medio de transporte! Nos informamos y los mineros nos dijeron que sobre las 18 hrs aprox. abrían la carretera (eran las 15 hrs!). Bueno, así que ya tenéis la tropa guiri bajando del bus, yendo al otro lado de la carretera para ver si aparecía la virgen antes de las 18 hrs y nos llevara a Potosí. Y ahí ocurrió la jugada del día! conseguir pillar un taxi al cabo de una hora que nos llevo a Potosí y dejemos al resto del sequito de turistas con una cara que era medio "serán cabrones", medio "seré tonto del culo".
Apateando para el otro lado de la carretera cortada...
Después de pasar por Uyuni, uno puede pensar que todas las ciudades del Altiplano son parecidas: casas de adobe, polvo y muy muy poco glamour; hasta que se llega a Potosí. Hace aproximadamente 450 años, un indio aymara perdió su llama en un cerro. Al tener que pasar la noche en la intemperie, encendió un fuego, y al amanecer descubrió un hilo de plata fundida! Este es el inicio de la ciudad colonial de Potosí y su cerro Rico. El pobre indio, quiso montar una "Extracciones El Indio SA" pero no contaba con que el españolito de turno, que andaba por la zona colonizando y tal y tal se percatara del tinglado y avisara a sus compis que en seguida decidieron quedarse con el cerro Rico, mandar al Indio a trabajar como un negro y fundar una ciudad a la que llamarían Potosí, y donde encuñarian alrededor de 3000 monedas de plata al día, para Las Españas durante 200 años.
Vista de la ciudad con el Cerro Rico al fondo (y bien pelao que lo han dejao...)
El resultado, como los españolitos eran muy aplicados, es una ciudad colonial, con un centro histórico precioso y que en la actualidad conserva casi todo su esplendor. Increíbles son la catedral, la infinidad de iglesias coloniales y la casa de la moneda restaurada y donde aun se conservan maquinas de la época para encuñar monedas.
Callejuela típica colonial del centro de Potosí con iglesia al fondo
Ahora, lo que no tiene de esplendor para nada es el cerro Rico y la mina que aun esta activa.
Pasamos dos días en Potosí, en un hotel que es mejor olvidar, paseando por sus calles inclinadas. El segundo día, hicimos la visita obligada a la mina. La tradición manda comprar algunos regalitos para los mineros, tales como refresco, alcohol de 96 grados, cigarros, coca (ahí yo ya no sabia si estaban trabajando o se iban de fiesta) y ... dinamita! Si señores, en Potosí, por 2 euros, uno se puede comprar su cartucho de dinamita y su paquete de chicles. En el grupo había 4 israelitas que debían tener morriña y se compraron un par de esos cartuchos que con la mini-guía boliviana hicieron explotar en la entrada de la mina. Empezábamos la visita por todo lo alto.
Pasamos dos días en Potosí, en un hotel que es mejor olvidar, paseando por sus calles inclinadas. El segundo día, hicimos la visita obligada a la mina. La tradición manda comprar algunos regalitos para los mineros, tales como refresco, alcohol de 96 grados, cigarros, coca (ahí yo ya no sabia si estaban trabajando o se iban de fiesta) y ... dinamita! Si señores, en Potosí, por 2 euros, uno se puede comprar su cartucho de dinamita y su paquete de chicles. En el grupo había 4 israelitas que debían tener morriña y se compraron un par de esos cartuchos que con la mini-guía boliviana hicieron explotar en la entrada de la mina. Empezábamos la visita por todo lo alto.
Foto típica de los jóvenes en Israel (pero en Potosí) con cartucho de dinamita encendida en la mano.
Un poco acojonados entramos en la mina. El acojone aumento cuando la mini-guía nos indica que la entrada de la galería es del siglo XVII pero con nuestro traje de minero, no había nada que temer. Bueno, nada que temer si mides 1.5 metro de altura, la media boliviana. Para alguien de mas de 1.85 metros, la cosa esta jodida en serio. Nos paseamos y nos arrastramos por las galerías durante 2 horas en las cuales visitamos el TÍO (una especie de dios que protege a los mineros, con imagen de diablo y con una erección de competición) y repartimos los "regalos" a los mineros que íbamos encontrando. Todo completamente oscuro, sucio, húmedo, caliente y lleno de polvo. La esperanza de vida de un minero es de entre 35 y 40 años y hacen esto cada día desde los 16.
Oriol el minero, Mario el suizo, y el Tío y su erec...
Lo dicho, nada de esplendor. Pero una experiencia inolvidable y que deja huella.
4 comentarios:
seguir informando tan bien!vaya aventuras, y vaya sitios!...todo un broche a un gran tiempo en latinoamérica. Os sigo mucho por aquí. Muchos besos y seguir contándonos! Nacho C.
...qué buenas las crónicas, chicos!! (..aunque las de Lucie se van entendiendo a través de una autotraducción sin conocimiento alguno de francés....por lo que me puedo estar montando una película completamente diferente a lo que dice....)
..de 10 el pie de foto de los israelís con la dinamita....vaya crack!!
Unha aperta grande dende Bs As.
Se os quiere!
Quin viatge més maco que esteu fent! I quina enveja! Ja tinc ganes de llegir les cròniques de Perú, per anar fent boca. Al setembre ens n' hi anem o sigui que deixeu el Machu Pichu al seu lloc.
Petons i a disfrutar!
Chicos, que alegria saber de uds, veo que lo estan pasando super bien! coincido con kaiser, Lucieee!!! con subtitulos please!
Les mando un beso enorme!!! me mató la crónica de la mina.
Muchos besos
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