Argentina, última parada: Mendoza

El viernes por la mañana, en plena Semana Santa, llegamos a Mendoza con las mochilas a rebosar (mochila enorme + mochila mediana por cabeza) y sin reserva de alojamiento. Sí, primera cagada y primera nota mental: no llegar con una mano en cada ... en plena Semana Santa a un destino sea donde sea.

Después de dar bastantes vueltas y cansados de arrastrar nuestras pertenencias y nuestros cadáveres por la ciudad, conseguimos encontrar las dos únicas camas disponibles que quedaban. Suerte? Una cama en la parte superior de dos literas separadas en una habitación de seis personas con algún tigre de bengala suelto que no conseguimos ver (pero que sí que estaba) en un hostel a rebosar y cuyo plan de emergencia de limpieza no terminó nunca de arrancar? Juzguen ustedes mismos señores y señoras. Por nuestra parte, segunda nota mental: tenemos que dejar de meternos en cualquier sitio. No por la edad, si no por el caché! Que uno ya tiene una clase...

Mendoza es una ciudad que nada tiene que ver con Buenos Aires. No hay casi ningún edificio alto, las calles son anchas y bien arboladas y se respira tranquilidad. Durante el primer día aprovechamos esta tranquilidad para pasear por el parque San Martín, quizás el mejor atractivo de Mendoza, donde nos cascamos una siestita bien merecida al lado de un lago. El día siguiente teníamos programada la aventura mendocina por excelencia, el rafting! Teníamos que estar descansaos.
El ráfting en Mendoza tiene que estar bien. En otra época que no sea Semana Santa. En Pascua, en el descenso del río Mendoza parece la autopista de Martorell en hora punta! Igual nos apuntamos a la experiencia y, bueno, la adrenalina no nos salió de los poros, pero con el sol que hacía conseguimos refrescarnos un bueno rato.


Aquí vemos las preparaciones para la caravana
El día siguiente lo clavamos. Cambio de alojamiento en una habitación "comme il faut" (la gente que estaba de vacaciones ya estaban regresando) y directos a Maipú a visitar alguna bodeguita para ponernos a tono. Visitamos la antigua bodega Giol con las dos casas del patronazgo que están restauradas justo al lado. Una visita muy constructiva y bien maridada con caldo de uva de la región. Lo mejor para despedir Argentina y prepararnos para el siguiente destino que nos espera: Santiago de Chile.

Nos lo bebimos todo, TODO!

3 comentarios:

Gabriel dijo...

Hola chicos!!

Ya estamos esperando el reporte desde Santiago, qué envidia que dais mamones!! Os deseo un "viajesito" lleno de aventuras y que os lo paséis en grande, esto no ha hecho más que comenzar.
Id al Puente del Inca si podéis! Los paisajes son la leche, y cerca de allí está el Aconcagua.

Un abrazo muy fuerte desde Madrid, Gabi

Unknown dijo...

On peut avoir la version française ?

Krls dijo...

Eeeeeeeeeeeeeeeeeeei! Quant de temps! Ja veus, uns pensen en tornar i altres continuen voltant. Nosaltres tanquem la barraca de Brxls aquest estiu i tornem a Catalunya. M'alegro molt de veure i llegir que les coses et/us van bé. Una abraçada molt forta.

K