La Playa

Todo el mundo ha visto la peli de La Playa?? Bueno, pues la película se basa en un libro escrito por un tal Alex Garland. Este señor situó la trama en alguna isla de Tailandia pero parece ser que se inspiró de alguna de las playas que se encuentran en la zona de El Nido, en la isla filipina de Palawan. Nosotros queríamos encontrar esta playa así que después del norte de Luzón nos dirigimos a Palawan!

Al principio la cosa no parecía fácil. Desde hacía días anunciaban la inminente llegada de un segundo y más terrible tifón a la zona de Manila, el Tifón Parma. Esto ponía en riesgo las salidas de los vuelos. Al final, el tifón tardó más de lo previsto en llegar y nos dió tiempo de largarnos hacia el suroeste cuando éste se dirigía al noreste. Gran jugada de estrategas!!! (en realidad todo ya lo habíamos programado antes de tener noticias de tifones así que mas que nada tuvimos una suerte de tres pares de coj...)

Aterrizamos en Puerto Princesa (bonito nombre) por la tarde. PP (no tan bonitas siglas) es la capital de la isla de Palawan y ensegida te das cuenta de ello. Rascacielos por todos lados...

Palawan prometía, pero PP era un poco tristón... Ojo al modelo de los triciclos de Palawan, obras de arte!

Pasamos una noche en Puerto Princesa, pero nuestro objetivo era salir cuanto antes para descubrir los rincones que ofrece la isla de Palawan. Primer rincón: Sabang, donde se encuentra el "Underground River" que, como su nombre indica, es un río que transcurre bajo tierra y que se puede visitar con una barquita. Filipinas es tal vez el país que hemos visitado donde los transportes van más lentos y ofrecen menos comodidades, y en Palawan, todo esto se acentúa mucho más. Yendo a Sabang empezamos a darnos cuenta que movernos por Palawan sería toda una aventura en si mismo. Después de conseguir negociar una furgoneta y compartirla con unas chicas australianas, llegamos a Sabang por la tarde llenos de aceite. ¿Aceite? Sí, el tubo de escape de la furgo estaba jodido y los gases iban entrando así terminamos casí intoxicados y llenos de aceite de motor. Cojonudo...

Bien limpias a la llegada al pueblo. Siempre se tiene que causar buena impresión a los locales.

Estabamos en temporada baja y lo vimos rápidamente. Casi ningún guiri en el pueblo y poca actividad, aunque tuvimos tiempo de compartir alguna cenita con las chicas australianas, visitar la cueva subterránea y tomarnos unas cervecitas con un par de franceses que eran los otros dos turistas que había en el lugar. Por cierto, hay una campaña para votar el río subterráneo como una de las nuevas 7 maravillas de la naturaleza! Aunque por experiencia, cada país que hemos visitado intenta por lo menos meter a dos o tres sitios en las nuevas 7 maravillas.

Con el traje oficial de espelelogologolo (de espelelogología, claro...) preparados para entrar.

No es la cueva del lobo, es la entrada al río subterráneo. Hombre, el río estaba muy bien, pero de allí a una 7a maravilla creo que le falta un poquito... (como competencia tiene sitios como las cataratas de Iguazú!!!)

Después de Sabang venía nuestro objetivo principal: El Nido y sus playas. Salimos temprano y llegamos tarde a El Nido. Unas 9h de viaje mortal por carretera infernal. Pero el paisaje que nos encontramos era increible...

El Nido es un pueblo situado al norte de la isla y justo enfrente hay un archipiélago de islas y peñones que recuerdan a la mil y una veces fotografiada Bahia de Halong en Vietnam (y que será un futuro objetivo) pero mucho menos explotado. Contratamos un tour por el "archipielago" para poder encontrar La Playa. Estos son los resultados:

Vista de la Bahía de El Nido desde el hotel. Para empezar...

U no de los rincones que ofrecen los islotes donde nos paseamos con una embarcación tradicional

La Laguna Pequeña. Sí, es una laguna de agua de mar protegida por los peñones. Y sí, la sirenita es Lucie. Ñam!

Una de las playas... Será esta la que buscábamos?

Ésta del pedrusco en forma de flecha ya nos parecía bien...

Icreible! Por culpa del tiempo, nos dejamos dos terceras partes de las islas por visitar, así que aunque vimos paisaje maravillosos y playas brutales, no sabemos si detrás de otra isla puede encontrarse un lugar aún más increible. Tendremos que regresar... La Playa aún sigue siendo nuestro Dorado.

El último rincón que quisimos visitar de Palawan era Port Barton. Un amigo nos dijo que si queríamos tranquilidad y un lugar increible fuera de la ruta turística, Port Barton era lo que buscábamos. Lo bueno es que estaba en la ruta de vuelta a Puerto Princesa (y desde donde teníamos el vuelo de regreso a Manila) así que después de otras 7h de viaje, llegamos a puerto.

Port Barton es un pueblecito pequeño que se encuentra sobre una playa magnífica de cocoteros. Y efectivamente, si no queríamos encontrarnos a turistas, era el lugar ideal. En total, en el pueblo éramos 6 turistas y todos nos encontrábamos en el mismo hotelito, unas cabañas la mar de apañadas enfrente de la playita. Perfecto? Sí, salvo que se pasó lloviendo los tres días que pasamos allí. Cuando salía el solecito aprovechábamos para mojarnos un poquito en el mar y relajarnos en la playita, pero debido al tiempo no pudimos salir en barco a descubrir la zona. Pero igualmente, el pueblo, las cabañitas y la playa eran increibles así que nos relajamos y pudimos disfrutar de tres días de calma en un lugar único.

Port Barton en la hora punta. La actividad en la playa está lejos de ser como la de Benidorm...

Resumen de lo realizado en Port Barton durante 3 días (lo del Time queda de lo más pro, lo sé...).

De Port Barton al aeropuerto de Puerto Princesa y de allí a Manila. Al día siguiente se nos acababa el visado de Filipinas y nos íbamos a Vietnam.