

De ser así, no hubiera tardado 80 días en dar la vuelta al mundo sino 800!!
Cuando empezamos a planear el ataque a Indonesia, no sabíamos por donde empezar. Con tanta isla, no sabíamos si ir a Java, Sumatra, Bali, Flores o, aunque a muchos les suene chino, Sulawesi.
Antes de empezar el viaje habíamos decidido intentar coordinarnos con Albert y Esther, dos amigos de Barcelona que se iban de viaje por Indonesia, para, como mínimo, quedar en la isla de Sulawesi y hacer submarinismo juntos en Bunaken, uno de los mejores sitios del mundo y que se encuentra en dicha isla. Después de rompernos la cabeza mirando combinaciones de aviones, encontramos una fórmula que nos permitía empezar por Sulawesi y así estar mas tiempo con nuestros compis descubriendo esta isla que es más grande que España!
Así pues, de Singapur nos fuimos volando hasta Makassar, al sur de Sulawesi. En Makassar nos encontramos con el resto de la tropa: Albert, Esther y Giuliana, amiga mexicana que también estaba "paseando" por Asia. Makassar es una ciudad sin demasiada historia y mas bien feilla. Lo que realmente queríamos era irnos rápidamente hacia la región de Tana Toraja, más al centro de Sulawesi.
A nosotros no nos gusta mucho planear para adelantado vuelos y alojamientos, pero en Sulawesi no tienes escapatoria! La isla tiene una geografía tan rara y una red de transportes tan limitado que impide o dificulta enormemente la improvisación. Para hacer 300km de bus, tardas 9h! Para ir de un lado a otro de la isla, necesitas aproximadamente 48h de bus!! Nadie te asegura las horas de salida de los transportes y encuentras poca gente con información válida de cómo moverte... Y de postre, ni cristo habla inglés por no hablar de francés, español o catalán... Eso sí, a Messi, Xavi y Puyol los conoce hasta la mujer de la limpieza del hotel (y que en el de Makassar debía estar de vacaciones con el de mantenimiento, porque la única habitación que encontramos estaba en un estado espartano, espartano). En fin, que tuvimos que reservar billetes de avión por un tubo para dos semanitas en Sulawesi.
Necesitamos toda una mañana para organizarnos y esperar a que un bus estuviera disponible, y finalmente pudimos irnos dirección Rantepao, capital de Tana Toraja.
Imagen típica en Sulawesi: esperando feliz a que algún medio de transporte te lleve para algún lado...
Pa los que no se ubiquen, eso es Tailandia y hasta allí llegamos!
Cruzamos nuestra primera frontera y entramos en Malasia. Las primeras sensaciones fueron que la gente continuaba conduciendo por la izquierda, como en Tailandia y en el Reino Unido, y que todo estaba escrito en alfabeto "normal", como el nuestro, el de casa, vamos... Además, enseguida nos dimos cuenta que el nivel de inglés de la gente era más elevado que en Thailandia. Empezabamos bien y Malasia iba ganando puntos.
Nuestro destino era llegar a las Perenthian islands, lugar paradisiaco según los expertos en la materia (Kim por ejemplo ;-)). Pero antes teníamos que pasar la noche en Kota Bharu, la ciudad más importante del noreste de Malasia y sin demasiadas cosas que hacer. La Loli Planet comenta el excelente mercado nocturno de la ciudad, pero realmente son cuatro barraquillas donde sirven un poco de comida y nada para caerse de culo. En fin, noche en Kota Bharu y a la mañana siguiente en ruta para las Perenthian islands junto con Pascal, francés al que conocimos la noche anterior y con el que, visto la buena onda, decidimos compartir parte de la aventurilla de las islas.
Las Perenthian Islands están formadas por dos islas, la grande con mejores alojamientos y menos playitas, y la pequeña, Kecil, con mejores playas y alojamientos más básicos, más para mochileros. Nosotros, de cabeza a la pequeña. Llegamos tempranito con el barco y acojone general: parece que estamos en periodo de altísima temporada y parece que no hay alojamieto. Nos recorrimos toda la isla y al final encontramos la última cabañita disponible en la Bahia Coral, y no estaba nada mal.Con las maletas ya en la habitación, pudimos disfrutar de un lugar paradisíaco.
Las cabañitas donde nos quedamos a pie de playa
Playitas de arena blanca y un mar transparente impresionante. Aprovechamos el primer día para explorar el mar haciendo snorkeling (bucear con la mascara y el tubo de toda la vida, vamos...) y el espectáculo era increíble! Peces payaso (sí, como Nemo), tiburones de punta negra, sepias de tamaño gigante y un montón de peces más que se paseaban en medio de corales a 5m de la playa. Visto el tema, decidimos, al día siguiente, realizar un par de inmersiones. Fuimos a dos de los 3 mejores sitios de buceo de la isla y la verdad es que no defraudaron. Morenas, Napoleones (bumphead parrot), mantarayas, tiburones de punta negra, peces escorpión, Nemos, Triggerfish (ni idea de como se llama en español!) y corales de todos los colores... Brutal! De primera para empezar la temporada de submarinismo.
A parte de la naturaleza, las islas ofrecen buenos restaurantes y algún que otro bar. Disfrutamos de la comida, tomamos alguna copita y conocimos algún que otro personaje. Mención de honor a la chica francesa que hace masajes Reiki (masajes sin contacto físico, si es que pueden existir) y diosa de las energías de la tierra por no hablar de médium capaz de ver espíritus donde los demás no ven un carajo y principal apóstol del movimiento de la teoría de la necesidad de un tercer ojo (en la frente, no en el c...). Creemos que consiguió convencer a Pascal, pero no estamos seguros... ;-)
Lucie y Pascal completamente estresados después de una jornada llena de actividad (la 3era persona no la conocemos y no tiene nada que ver con el Reiki).
Nos costó mucho salir de las Perenthian Islands. El paraíso atrae. Pero no queríamos perdernos los otros rincones que nos propone Malasia, así que con un esfuerzo retomamos el barquito para dejar la playa e internarnos en la selva espesa malaya.
Con anocheceres así, normal que cueste irse de esta isla...